Queremos, Señor,
con esta tercera vela que encendemos,
que el fuego de tu Espíritu encienda
nuestros corazones
y puedan ser luz para los demás.
Danos un corazón que vea
las necesidades de nuestro prójimo
para compartir con él lo mejor que somos y tenemos.
Quema en tu hoguera, Señor,
aquello que oscurece nuestras vidas
y reúnenos en torno al pan compartido
a la mesa común.
Para que anunciemos tu venida
como buena y gozosa Noticia para los hombres,
tan necesitados de mirarse en ese niño que se acerca.
¡Marana tha, Señor, Jesús!
Adviento 2016 Tercer-Domingo